The Doors: Uno de los mejores debuts de todos los tiempos. Primera Parte

Emulando a un amigo, voy a ponerme profundo. Porque cuando uno pierde la perspectiva de lo que está haciendo, tiende a equivocarse. Incluso puede llegar a sentirse vacío, ya que no se está conforme con uno mismo. Por todo ello, quizás sea necesario empezar de cero, con una nueva mentalidad, ajeno a todo. Lo más importante es divertirse con lo que uno hace. Seguir un camino, tu camino. Disfrutar.

Para ello, de la mano del Rey Lagarto, vamos a pasar al otro lado. Es decir, Break On Through (To The Other Side). 

Es extraño que tras una auto-resurrección, vaya a hablar de un nacimiento. Mejor dicho, de dos,  y relacionados entre sí. El primero es el nacimiento de una de las bandas más importantes de toda la historia, The Doors. El segundo tiene que ver conmigo y con la música que ha acompañado mi vida hasta ahora. Porque tengo que reconocer que los primeros recuerdos musicales que tengo (y que me han llegado a influir verdaderamente), son los de Triana (ya dicho). Pero antes de todo esto incluso, sin haber llegado todavía a los dobles dígitos, estaba aquel Greatest Hits II de Queen con la inolvidable I Want To Break Free, aderezado con el mítico videoclip de El Informal, o Under Pressure. Y junto a esto el primer disco de The Doors, de nombre homónimo, nacido allá por el año 1967.


El cuarteto californiano (Jim Morrison, Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore) consiguieron en 4 años convertirse en una leyenda del rock. Muchas veces la personalidad desbordante, en todos los sentidos, de Morrison, ha eclipsado la calidad de los otros 3 componentes. Aun así, Ray Manzarek está considerando uno de los mejores teclistas de todos los tiempos y, tanto Krieger como Densmore, tiene un lugar mas que aceptable en las tan conocidas listas respectivas.

Podría decir que en la infancia "normal" de un niño no caben canciones tan fuertes como son Break On Through, 20th Century Fox o Light My Fire. En cambio, uno no ha sido adolescente si no ha escuchado The End a oscuras en su cuarto. No es por ponerme en modo "anciano detrás de una valla", pero sinceramente, el modelo de adolescencia que tienen algunos jóvenes hoy en día difiere mucho de lo que he dicho anteriormente.

Retomando el plano musical, hay que señalar el hecho de que The Doors no contase con un bajista oficial, lo que evidentemente, peculiarizó aún mas si cabe su ya de por sí especial sonido. Por ello, a menudo, el órgano Hammond de Manzarek hacía las veces de bajo, fusionándose con la guitarra de Krieger y creando un sonido solido y constante en canciones como Take it as it comes. 


Para resumir en pocas palabras y para todos los públicos el estilo musical de The Doors, podríamos comenzar conque es un grupo de rock. Hasta ahí llegamos todos. Sin adentrarme demasiado en su discografía, podría decir que sus principios fueron un tanto psicodelicos/Acid Rock, para ir dejando paso a un sonido más blando y melódico, y finalizando con el blues como estrella invitada.




El disco comienza con la citada Break on through (to the other side), un himno de rebeldía que se convertiría en santo y seña de la banda en sus comienzos. Notable es la anécdota ocurrida en su actuación en The Ed Sullivan Show referida al verso "She gets high" (aludiendo a un orgasmo femenino) que evidentemente, tenía que ser censurado. No lo hicieron, al igual que no volvieron al programa. El bueno de Jim siempre buscando líos.

Le seguiría Soul kitchen, menos enérgica que su predecesora, pero con la voz de Morrison menos desgarrada y más "crooner", al igual que con The Crystal Ship, aunque esta de ritmo mas lento y ciertamente más oscura y misteriosa, e incluso con un añadido psicodélico. Continua con una de mis preferidas de la banda, 20th Century Fox. No sabría explicar que es lo que me gusta de esta canción, pero siempre que voy caminando es una de las imprescindibles. Me hace el paseo hacia la universidad mucho más ameno y sí, lo reconozco, imito a la batería mientras camino. Menos mal que la gente no me mira.


Acabo esta entrada con Alabama Song (Whisky Bar), comentada en este blog hace varios meses, pero nunca esta de más volver a hablar de esta maravillosa canción, una  de las muchas versiones que existen, ya que la original data de 1927. La voz de Morrison es cautivadora una vez más.


Este es el final de la primera parte. Si un día me pongo, haré la segunda.