Intro/ Sweet Jane

Todavía no había dedicado ningún post unicamente a una canción, y creo que hoy es una gran ocasión. Y es que, como los grandes, ciertas canciones resurgen de las cenizas para sonar en el Ipod de uno una vez tras otra. En mi caso, digamos que es por circunstancias "carnavalescas".

Pero volviendo al tema, mi fascinación por el Glam Rock proviene de gente como Bolan o Bowie, los grandes exponentes y archiconocidos por estos lares musicales. Pero los personajes secundarios son igual de fascinantes que los principales. Estoy hablando de Mick Ronson, la "guitarra" de las Arañas de Marte y, en, definitiva el guitarrista de David Bowie. Y como no hay dos sin tres, se les uniría Lou Reed, con collares de pinchos, pelo teñido y los ojos maquillados. Y es que el ex-vocalista de The Velvet Underground se rodearía de los anteriormente citados en su etapa Glam, primero con Transformer y más tarde con Berlin (todo se reduce a esa ciudad).  

En 1974 el bueno de Lou editaría un disco con el concierto celebrado en Paris el 21 de Diciembre del 73. Lo llamaría Rock & Roll Animal y estaría formado por canciones de su etapa Velvet principalmente, como por ejemplo Heroin o Rock & Roll. Y la que nos ocupa hoy, Sweet Jane, con su intro correspondiente.

Con solo oír los primeros 7 segundos uno piensa "empieza fuerte, menudas guitarras". Una introducción como mandan los cánones, que te mantenga pegado. Esa guitarra chirriante, llena de sonidos agudos, slides y bends; en definitiva una "Intro" excelente para Sweet Jane, una de las canciones míticas de la Velvet, en concreto del disco Loaded, el último del grupo.

La canción toma un cáliz más roquero que la del álbum. Con un sonido más pesado en cuanto a instrumentación, una batería mucho mas contundente y un Lou Reed "Bolanizado", Intro/Sweet Jane cuenta con esa fuerza que la distingue de la original y que la convierten una de las mejores canciones rock de todos los tiempos.


Cabe destacar que la intro recuerda en algunos momentos a aquel mítico solo de Hotel California, en donde las guitarras de Don Felder y Glenn Frey se enzarzan en una cruenta batalla, llegando a un estado de climax musical total. Señalar también que tras una ardua búsqueda, no existe vídeo alguno de esta actuación, cosa que me apena profundamente.

Una maravillosa canción que no nunca esta de más recordarla; un tema imprescindible para los amantes de la guitarra.


PD: Siempre que veía esta portada de pequeño pensaba "joder que tio más raro".