Yo, yo mismo, Enrique Bunbury y Héroes del Silencio (Parte II)

Y sí. Cogieron el camino del exceso.

Aquel camino del exceso comenzó a principios del 93, en los últimos coletazos de la gira de Senderos de Traición. Los cuatro integrantes del grupo llevaban desde el 87 conviviendo día a día, como una gran familia. Pero se hacían mayores, especialmente Juan y Enrique, la cabeza bicéfala de Héroes, y nuevas experiencias e inquietudes se abrían a sus pies. Juan empezó a buscar un sonido más pesado con su guitarra, riffs más puros y ya no tan basados en aquellos arpegios. Por su parte, Enrique quería innovar, buscar otros sonidos. Sus viajes a Nepal habían despertado su lado más trascendental, y probablemente las drogas lo potenciaban. Aquel Tintín en “El Loto Azul” y el opio.

Bunbury buscaba nuevos retos, nuevos sonidos. Estas primeras divergencias en las cabezas pensantes supusieron el principio del fin de Héroes. La fama vuelve todo más difícil, la puta envidia que corrompe a todos. A Juan no le gustaba el Bunbury icono adorado por todas y todos, y al propio Enrique tampoco. Porque una cosa es lo que aparentas y otra cosa lo que en verdad eres. Y eso duele.

Con este panorama afrontaban el tercer disco los cinco integrantes de Héroes del Silencio. Sí, cinco, y es que a la banda se unió el guitarrista mexicano Alan Boguslavsky para ayudar a Juan, en esa búsqueda de un sonido con más matices de hard rock. Entre medias de Juan y Enrique se situó Phil Manzanera, que de nuevo se colocaba a los mandos de la producción, en este caso en tierras inglesas, donde fue grabado el Espíritu del Vino.

El espíritu del Vino (1993) es exceso. Exceso de todo: fama, drogas, grandilocuencia y también de mucha música. Sesiones de grabación en la medianoche inglesa, los siete días de la semana, en parte también gracias a ese consumo de drogas. Aunque lo bello es decir que era la droga de la música lo que alargaba aquellas noches extenuantes hasta la eternidad.

Exceso en la música, 16 canciones que en la mayoría de los casos superaban los 5 minutos, que no entran tan fácilmente como las anteriores, y que requieren de varias escuchas para apreciarlas en su magnitud. Es exceso en las letras, cada vez más enrevesadas, profundas y metafóricas, pura poesía de Baudelaire o William Blake bañada en música. Exceso en drogas, como buenas estrellas del rock y exceso en conciertos (la llamaron La Gira del Exceso, como no), con 134 actuaciones a sus espaldas, y otra vez, por toda España, Europa y Latinoamérica.

Dejando los excesos, la música de El Espíritu del Vino tiene dos pilares fundamentales: el nuevo sonido de Juan, más cercano a un Slash de Guns N’ Roses, también con una Gibson Les Paul, con la que ejecutaba punteos acelerados y riffs duros y directos en Nuestros Nombres, el tema que abre el LP, Sangre Hirviendo, El Camino del Exceso (los coros de Joaquín en el estribillo me ponen y mucho) o Los Placeres de la Pobreza. Por otro lado, estaban las influencias orientales que aportaba Enrique, como en Flor de Loto o Bendecida 2. También había espacio para esas canciones que recordaban a los anteriores trabajos, como Tesoro o Tumbas de Sal. Aunque si hubiera que destacar 2 canciones de este Espíritu del Vino, estas serían La Herida y La Sirena Varada.

La Herida son casi siete minutos que arrancan con un medio tiempo a lomos de la guitarra acústica de Juan y que va in crescendo hasta romper en un tema totalmente de hard rock, primero con un solo de armónica a cargo de Bunbury, y más tarde con otro espectacular de Juan. Compuesta por Enrique, es una canción tremendamente importante en cuanto a su mensaje, ya que describe la relación en ese momento entre Juan y él, la de dos grandes amigos que se distanciaban cada día más y más, creándose una brecha, una herida, incurable.

La otra es el himno del álbum y sin duda Top 5 dentro de las mejores canciones de los zaragozanos. Basada en la obra de teatro de Alejandro Casona La Sirena Varada (1934), es la vuelta al sonido lleno de arpegios original de Héroes, pero sobre todo es el más bello paisaje musical que supieron crear jamás, una canción hipnótica, que seduce al oído, y que es capaz de transportarte a la misma orilla del mar. Otra genialidad más.

Y me he enredado siempre entre algas
maraña contra los dedos
Cierras la madeja
con el fastidio del destino,
y el mordisco lo dan otros

La ambición de El Espíritu del Vino estuvo a punto de llevarse por delante a Héroes del Silencio. Jugaron al límite, no perdieron, pero estuvieron cerca. Siguieron adelante.

El camino del exceso seguido por el grupo durante este tiempo dejó muy maltrecho las relaciones entre los 4 (Alan nunca llegó a entrar del todo) componentes de la banda. Para preparar el que sería su cuarto disco se encerraron 3 meses en una casa en los Pirineos, como forma también de terapia psicológica, pero no funcionó. Bunbury lo explicó perfectamente en la gira de reunión de 2007, afirmando que la gira era la mejor terapia grupal que podía existir y no sesiones con un psicoanalista argentino. Muy grande.

Para el cuarto disco buscaron un nuevo productor, alguien que no fuera su amigo, que les dijera que todo no era perfecto. Phil Manzanera se había convertido en su amigo, su hermano, y necesitaban alguien que parara aquel exceso musical que hubo en El Espíritu del Vino. El elegido fue Bob Ezrin, productor de estrellas como Kiss, Alice Cooper, Aerosmith y también de The Wall de Pink Floyd (eternamente sobrevalorado, pero ese es otro tema). La avalancha se había desatado.

Avalancha (1995) es el disco más internacional de Heroes. De producción impoluta, sigue el estilo hard rock de la escena internacional de la época. Aquí los riffs de Juan cobran más protagonismo si cabe, convirtiéndose en la pieza angular del álbum, pero siempre apoyado por un Alan cuyo papel en Avalancha es mucho más presente (aun así, ni siquiera le dejaron salir en la portada). La voz de Enrique suena más poderosa, más clara y menos densa que en El Espíritu del Vino, al igual que el bajo de Joaquín y la batería de Pedro. 

Canciones como Días de Borrasca, Rueda Fortuna o Parasiempre son verdaderos trallazos, sin un segundo de descanso a la música, en donde no existe el silencio. También encontramos una típica balada rockera como En Brazos de la Fiebre, cierre de los conciertos del Tour 2007, que tiene un solo que recuerda bastante, al menos para mí, al de November Rain. Las influencias estaban más que claras.

En Iberia Sumergida y en Avalancha, la canción que da título al disco, encontramos otra de las señas de identidad del disco. Abandonando por un rato el simbolismo a la hora de componer las letras, Bunbury invita al inconformismo, a levantarse, a moverse y pelear contra la corrupción en la sociedad. Iberia Sumergida es el perfecto himno para esta España actual, junto con mi adorada Ciencia Ficción de Los Planetas. Nunca antes Héroes habían sido tan explícitos y directos en sus letras.

La canción más recordada, la última genialidad que nos brindarían Héroes, sin duda fue La Chispa Adecuada (Bendecida 3). Es la tercera canción que Enrique acabaría dedicando a Benedetta (Bendecida) Mazzini, presentadora italiana que conoció en una de tantas entrevistas, tras las dos primeras partes que estaban en El Espiritu del Vino. Benedetta fue el amor loco de aquellos años, la mujer que le traía de cabeza y no le dejaba dormir. Una relación extrema, del amor al odio en cuestión de un instante, sin punto medio. Su Layla

Hasta que un día Enrique dijo basta, aunque antes quiso dejar unas últimas palabras, llenas de imágenes y metáforas para el recuerdo, y acompañadas de una de las mejores melodías de la historia de Héroes del Silencio. La Chispa Adecuada, C y A. Me encanta el tono irónico de ciertas cosas. Hay que saber cuándo cerrar una historia.

Y ahora estás en mi lista de
promesas a olvidar
Todo arde si le aplicas 
la chispa adecuada

Pero lo que dejó de prender fue la llama de Héroes. 1996 fue un año muy duro por varios motivos. El Tour Avalancha fue eterno para un grupo de personas que ni siquiera se hablaban. El distanciamiento era cada vez mayor entre Juan y Enrique, ya no solo musicalmente sino también personalmente. A esto se le unía el problema en la mano de Juan, que le impedía tocar correctamente. Enrique tenía muy claro que el camino estaba llegando a su fin, que necesitaba cerrar una etapa y comenzar algo nuevo por su cuenta. Y así sucedió. El 10 de Octubre de 1996, Héroes del Silencio anunciaban su disolución. No fue la mejor de las despedidas, aunque bueno, se les perdona, como se les perdonó a los Beatles. No hubo concierto en la terraza de ningún edificio.

El sabor amargo de esta despedida consumió a Enrique por dentro durante mucho tiempo, así que en 2007, consiguió convencer a Pedro, Joaquín y Juan para intentar ofrecer un mejor final con una gira de reunión que les llevaría a 10 ciudades entre España y Latinoamérica, con un cierre en el circuito de Cheste y un emotivo concierto en La Romareda, 17 años después de su primer concierto.

Héroes del Silencio marcaron una época y no hace falta hablar de la importancia que han tenido en la música de este país. Nunca va a haber otro grupo como Héroes. Ahora es cuando va la frase “siempre nos quedará su música. Todo muy original.

En 2005 vino Bunbury a Logroño para el Actual. Dedicó El Viento a Favor a todos los hinchas del Club Deportivo Logroñés, (en ese momento estaba en Tercera por descenso administrativo, años después desaparecería). Anécdotas varias.

El Viento a Favor (la versión de Pequeño Cabaret Ambulante, por siempre) cerrará este blog, nada de The End (Doors o Beatles), que está muy usado. No sé cuál es el origen de la canción o en que pensaba Bunbury cuando la compuso. No importa demasiado.

Esta entrada (parte I y II) la empecé hace 3 meses, y solo conseguí escribir los dos primeros párrafos. Supongo que, como Bunbury, al final quería encontrar un final mejor, de todas formas lo de Weezer tan solo fue el principio.

Ya era hora de cerrar el desván. Puto año

Si ya no puede ir peor
haz un último esfuerzo
espera que sople el viento a favor
Ya sólo puede ir mejor
 y está cerca el momento
espera que sople el viento a favor

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PD: Gracias a todos los que han encontrado este blog, poniendo en Google “First Impressions Of Earth”, “Marquee Moon” “Weezer Blue Album” o lo que fuera